Video: http://www.puroperiodismo.cl
jueves, 4 de junio de 2009
Ignacio Walker: "Desde Chile no hay una cerrazón al respecto"
miércoles, 20 de mayo de 2009
Amaia Montero en Chile
Donde olvidarme del bien de tú mal
De tú cara bonita y ponerme a pensar.
Que la razón es un algo que ya no me importa
Será que tenía que pasar.
Que estoy cansada de oírme gritar
He colgado los guantes que no aguanto más.
Quiero clavarte una flecha en tú alma malvada
Mirarte a la cara, decirte que nunca te contaré la verdad.
Ando buscando un amor que me diga que soy verdadera
Ando buscando la forma de andar siempre a mi manera
Ando buscando una luz en tú cara tan desesperada.
Ando rogándole a dios cada noche que nunca te vayas.
Ando buscando una flor que me diga que ya es primavera
Ando buscando los cuatro segundos que ya no me quedan
Que hay tantas cosas que quiero saber y no encuentro respuestas
Que hay imposibles que un día consigues sin darte cuenta.
Debo contarte que quiero contar
Que hace tiempo que ya me da igual
Que le regales tú boca a cualquier niña tonta que quiera pillar
Que echo de menos a mi libertad
Que ha salido muy caro el precio a pagar
Que tú momento de gloria acabó
Que ahora me toca a mi
Que esto ya se acabó.
Quiero clavarte una flecha en tú alma malvada
Mirarte a la cara, decirte que nunca te contaré la verdad.
Ando buscando un amor que me diga que soy verdadera
Ando buscando la forma de andar siempre a mi manera
Ando buscando una luz en tú cara tan desesperada.
Ando rogándole a dios cada noche que nunca te vayas.
Ando buscando una flor que me diga que ya es primavera
Ando buscando los cuatro segundos que ya no me quedan
Que hay tantas cosas que quiero saber y no encuentro respuestas
Que hay imposibles que un día consigues sin darte cuenta.
jueves, 30 de abril de 2009
CHILE MESTIZO: Tesoros Coloniales
Hasta el 21 de junio en el Centro Cultural Palacio de la Moneda, se exhibe Chile Mestizo: Tesoros Coloniales. Una muestra de pinturas, imaginería religiosa, retablos, altares, cantorales, leccionarios y otros objetos producidos en la época de la Colonia y que provienen de iglesias y museos a lo largo de todo nuestro país.
La exposición, que cuenta con una muy baja luminosidad, lo cual dificulta una completa y minuciosa apreciación de las obras, pero que es necesaria para su conservación, está divida en los sectores oriente y poniente, más un hall central donde también se encuentran algunas imágenes y descripciones de documentales alusivos a la temática planteada.
Un sector está denominado “La Piedad Pública” haciendo alusión a las fiestas, procesiones, misas, liturgias y circulación de estampas religiosas; y el otro “La piedad privada”, que se refiere principalmente a la devoción que se mantenía en casas y conventos. Estas divisiones prácticamente sobran, puesto que en ambas secciones encontramos artículos similares, sin hacer en los objetos y obras una separación específica como se nos plantea en sus nombres y descripciones al ingresar a la sección.
La muestra nos presenta el arte asociado a la religión como instrumento de intercambio cultural y que permitió el desarrollo de una identidad propia en torno a la fe y las devociones populares que perduran hasta nuestros días.
Es impactante encontrarse desde “La última cena” en tamaño real, pasando por diversos Cristos, pinturas e imágenes de diversos santos, hasta encontrarse con custodias y corporales de hace tantos años, acompañados de un ambiente que se crea principalmente por los cantos gregorianos de fondo. Muy ad hoc.
En conclusión, para quienes profesan la religión católica o simplemente gozan con el arte colonial, ésta, es una exposición imperdible, que permite apreciar a través del arte religioso el proceso de mestizaje cultural que se proyecta hasta la actualidad.